País de pobres
He decidido retomar mi blog.
He decidido que voy a luchar por mí.
He decidido volver a dar guerra.
He decidido volver a expresar mis pensamientos escribiendolos directamente para, a continuación, postearlos.
Y he decidido muchas otras cosas más como intentar que mi banco me baje los intereses de mi hipoteca o solo rodearme de gente sincera.
Estas, y otras, decisiones, son consecuencia de el país en el que resido.
Siempre pensé que eramos afortunados, un país en el que se vivía bien. Un país en el que venían inmigrantes a mejorar su calidad de vida. Un país en el que los niños iban a la escuela, los abuelos jugaban a la petanca, las madres trabajaban en casa y/o fuera,... Un país en el cual se compraba más de lo que se podía pagar. Un país que nos "ayudó" a tener vivienda, sin mirar por nuestro futuro. Un país que, votasemos a quien votasemos, siempre saliamos perdiendo. Un país en el que los hermanos, siendo de distinto partido politico, llegaban a pelearse dialogando, para defender una ideología política sin pararse a pensar que ni los mismos politicos de los partidos, lo hacían. Un país en el que los jovenes no hacían caso de la política, y los que sí hacían caso eran revolucionarios. Un país que envejecía. Un país sin industria, pero como mucho comercio.
Ahora este país no es el mismo.
Ahora estamos en un país en el que los jovenes no hacen nada por su vida, es más fácil pedirle a "papá". Ahora estamos en un país en el que nadie está féliz con los que lo gobiernan. Ahora estamos en un país en el que por las noches, cuando las grandes superficies "tiran" los alimentos que están caducados, y hay familias enteras esperando para "comer" algo. Ahora estamos en un país en el que millones de personas tienen una hipoteca abusiva. Ahora estamos en un país con más viviendas que personas, y aún así hay gente sin techo donde dormir. Ahora estamos en un país en el que empresas extranjeras compran residenciales enteros para poder alquilarlos, sacando una buena tajada. Ahora estamos en un país donde se venden recuerdos para pagar letras de hipoteca.
AHORA ESTAMOS EN UN PAÍS DE POBRES.
He decidido que voy a luchar por mí.
He decidido volver a dar guerra.
He decidido volver a expresar mis pensamientos escribiendolos directamente para, a continuación, postearlos.
Y he decidido muchas otras cosas más como intentar que mi banco me baje los intereses de mi hipoteca o solo rodearme de gente sincera.
Estas, y otras, decisiones, son consecuencia de el país en el que resido.
Siempre pensé que eramos afortunados, un país en el que se vivía bien. Un país en el que venían inmigrantes a mejorar su calidad de vida. Un país en el que los niños iban a la escuela, los abuelos jugaban a la petanca, las madres trabajaban en casa y/o fuera,... Un país en el cual se compraba más de lo que se podía pagar. Un país que nos "ayudó" a tener vivienda, sin mirar por nuestro futuro. Un país que, votasemos a quien votasemos, siempre saliamos perdiendo. Un país en el que los hermanos, siendo de distinto partido politico, llegaban a pelearse dialogando, para defender una ideología política sin pararse a pensar que ni los mismos politicos de los partidos, lo hacían. Un país en el que los jovenes no hacían caso de la política, y los que sí hacían caso eran revolucionarios. Un país que envejecía. Un país sin industria, pero como mucho comercio.
Ahora este país no es el mismo.
Ahora estamos en un país en el que los jovenes no hacen nada por su vida, es más fácil pedirle a "papá". Ahora estamos en un país en el que nadie está féliz con los que lo gobiernan. Ahora estamos en un país en el que por las noches, cuando las grandes superficies "tiran" los alimentos que están caducados, y hay familias enteras esperando para "comer" algo. Ahora estamos en un país en el que millones de personas tienen una hipoteca abusiva. Ahora estamos en un país con más viviendas que personas, y aún así hay gente sin techo donde dormir. Ahora estamos en un país en el que empresas extranjeras compran residenciales enteros para poder alquilarlos, sacando una buena tajada. Ahora estamos en un país donde se venden recuerdos para pagar letras de hipoteca.
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